Lorena Ponce de León: «Yo quiero despertar el espíritu emprendedor»
Es la primera dama desde hace dos meses, acompañó a su esposo, el hoy presidente, Luis Lacalle Pou, a lo largo de toda la campaña electoral. Hoy Lorena Ponce de León trabaja desde el Edificio Artigas (el viejo Palacio Estévez) para desarrollar un programa que fomente el emprendedurismo, sobre todo en el interior del país. El viernes 1 de mayo concedió una entrevista a El País para presentar su plan estratégico.
-Hoy 1° de mayo (por el día en que se realizó la entrevista) hace exactamente dos meses que asumió la Presidencia su esposo. ¿Cómo vivió todo este tiempo?
-Primero mucha alegría. Al principio, fue el dejarse festejar. Dejarse pasar bien el momento de la retribución después de tanto trabajo. En principio con alegría y con el gran sentido de la responsabilidad. Luis (Lacalle Pou) lo decía bastante en los actos: cuanto más arriba más responsabilidad, más deberes y menos derechos. Y eso lo sentís también, porque en definitiva por más que no tenga ningún cargo electivo, estoy al lado de él, y me siento con una gran responsabilidad.
-En la campaña lo había planteado, ¿es un peso mayor ahora? ¿Se siente parte de ese logro también?
-Yo siento que en realidad es un trabajo en equipo. Así como el trabajó con su equipo, nosotros ya en sí somos un equipo. Los cinco, porque nuestros hijos también tienen que ver. Porque donan parte del tiempo de su padre para que este se dedique a la gente. Y toda esa parte de entrega de niño y adolescentes que se siente, porque el no estar también es importante para los hijos… Yo tuve padres que trabajaron toda su vida fuera de casa y sé lo que es estar en tu casa sabiendo que tus padres están trabajando. Por ese lado siempre el apoyo. ¿Y por qué lo de responsabilidad? Se espera mucho, hay muchas esperanzas depositadas y además cuando estábamos en los actos en la campaña la gente te decía: “Tenemos esperanza en ti”. Y eso te carga de un montón de responsabilidades. Porque realmente no vale equivocarse, y cuanto más te equivoques más daño estás haciendo. Tratar de equivocarse lo menos posible es el desafío máximo que tenemos durante este tiempo. Yo siento parte de esto, porque en definitiva ahora estoy en un programa que es para emprendedores, y desde mi lado tratar de ayudar en lo que pueda.
-¿Cuándo surge la idea de ese programa «Sembrando»?
-Cuando estábamos recorriendo los distintos pueblos y ciudades, aproveché a medir y ver qué es lo que estaba pasando con la gente. Qué necesitaba. Qué veía que se podía cambiar. Muchos lugares a los que fui que no conocía, ni sabía que existían dentro de nuestro país como tantos citadinos que hay, y me di cuenta de dos cosas. Una era el problema de la inseguridad por todo el país, regado por todos lados. Y después entendí como que había falta de comunicación en lo que viene a desarrollarte a vos por tus medios propios: El emprendedor. Cuando empezaba a investigar y a preguntar de cómo iban a hacer (para impulsar sus emprendimientos), las primeras ideas que surgían eran vinculadas a pedir un préstamo. Era lo máximo que podían llegar a hacer. Pero no tenían un mecanismo de acción para desarrollar la idea que manejaban. Ya más sobre el final de la campaña tuve mucha relación con Andrea Bellolio, que hoy es la directora ejecutiva del programa Sembrando. Allí vi lo que era el ecosistema del emprendedor del cual yo no me sentía parte. Pero porque no sabía si era o no una emprendedora. Luego sí entendí que había sido una emprendedora con todo el trayecto en paisajismo que me fui inventando con el tiempo. Allí vi que había un mundo que mucha gente no conoce. Cuando pasa octubre, termina noviembre, y ganamos, dije que me iba a meter a ayudar si Luis ganaba.
-En medio de la campaña dijo, incluso que si les tocaba ser gobierno iba a ponerse el overol y trabajar también.
-Exacto. Porque yo me siento una mujer de acción. Hay gente que es más pensante, más teórica, más legal. Yo soy más de acción y en mi vida me he manejado así. Allí me pregunté qué puedo hacer, en dónde puedo ayudar. En donde yo vibre también, en donde me sienta parte, porque tampoco voy a hacer teoremas de Descartes, ni mucho menos porque no tengo nada que ver. No pertenezco a la ciencia pura, hay una cantidad de cosas que sabía que no podía andar. En esto del hacer, de buscar siempre tratar de mejorar, sentía que vibraba ahí. Hable con Andrea y le conté la idea del proyecto. Le dije que me parecía que en el interior del país había un debe importante. Empezamos a ver estadísticas, un estudio de qué pasaba en las ciudades y dónde estaba desarrollado más fuerte el ecosistema emprendedor. Vimos que era Montevideo, Canelones, Maldonado, algo de Colonia y un poco en San José y luego pocos esfuerzos aislados en el resto del interior. Ahí fue que armamos un programa y surge Sembrando. Vengo del mundo de la tierra, de las plantas, a mi la naturaleza y las semillas me tira y brillo con ella, porque es parte de mi ser. Yo quiero ir a todo el país con este programa que armamos. Son dos talleres de coaching empresarial, que conozcan a la marca país que ofrece Uruguay XXI, la Agencia Nacional de Desarrollo, para tener un emprendimiento tenés que ponerle cabeza, eso queremos inculcar. Tiene que haber algo distinto. Otro taller de marketing. La parte legal, para promocionar la legalidad de las empresas. Cada taller se inicia con una presentación donde les cuento como fue mi experiencia como emprendedora. Y ahí planteo las veces que me tropecé, una vez dejé un tiempo después volví al año y medio, porque eso genera empatía con la otra parte. Yo siempre digo que los emprendedores somos como una especie: Siempre te caes y te volvés a levantar. En el final de cada día los evaluamos con un cuestionario para tener una devolución.
Lorena Ponce de León. Foto: Leonardo Mainé
-¿Cuál es el objetivo que se plantea con el programa?
-Yo quiero despertar el espíritu emprendedor. Si bien tenemos muchos despiertos, creo que hay mucho más para despertar. Te voy a contar un caso que fue una de las cosas que me terminó de convencer de que tenía que hacer el programa. Un día me invita un grupo de mujeres en Paso de la Arena. Yo no estoy acostumbrada a hacer discursos porque no es algo que haga, y pretendían que les hablase. Había llegado con la idea de que era una reunión. Más que agradecerles no tenía mucho que decirles, porque no busco votos, no busco nada. Entonces empecé a investigar a cada una. «¿A que vinieron? Porque yo no tengo mucho para contar, más que contarles de mi vida”. Empezaron a decir que una estaba buscando trabajo, y las demás entraron a plantear sus inquietudes. Una de las que estaba al lado mío repite que estaba buscando trabajo. «¿Ah, si?, ¿Y vos que sabes hacer?”, le digo. Me responde: «Yo hago banderas. Es un extra que lo hago de vez en cuando como para revolverme”. Entonces le comento: ¿Qué pasa si yo te hago esta cuenta: Cuánta tela tenés que comprar, a cuánto tenés que vender la bandera para que a vos te dé un rédito que te sirva como para tener un extra en tu casa, o para tener tu ingreso propio. Te juro que en ese momento a esa mujer se le iluminó la cara. Entendió que con su máquina de coser podía llegar a tener su propio emprendimiento. Eso fue lo que despertó. Con eso yo dije: Es tan fácil. Falta alguien que se lo muestre. Es simplemente que alguien lo ponga en el camino para despertar ese espíritu emprendedor.
-¿Cómo piensan manejar esa situación que narró de su experiencia, la de caerse o fracasar?
-Seguramente muchos emprendimientos en el medio del proceso caen porque no son rentables. Pero tener la resiliencia de decir, esto no funciono y ¿ahora qué? El decir: Yo puedo. Nosotros no nos podemos hacer cargo de si no funcionan. Va a depender del emprendedor, a ver qué tantas ganas le metió, qué tanta venta hizo. Nosotros lo que podemos hacer es guiarlos para que puedan manejar todas las opciones, tanto económicas, legales, de marketing como para vender su producto. Pero si su producto va a ser rentable y eso le va a generar ganancia es un tema que ya va a tener que desarrollar el emprendedor.
-¿Cómo va a ser la institucionalidad del programa?
-Es un programa de Presidencia porque es para el interés de los emprendedores. Todo eso de ir a territorio, viajar al interior que va a ser cuando salgamos de esta pandemia. Mientras tanto Sembrando esta funcionando a través de las redes. Se anotaron 2.448 personas hasta ahora por el formulario de la página. Es una cantidad importante.
-¿Tienen diagnosticado el perfil de esos destinatarios?
-Hay de todo. Ayer cerramos el primer balance y tenemos 2.448 inscriptos y atendimos 1.223. Los que no pudimos ubicar son 302, fue porque los llamamos y no contestaron o dejaron mal los datos. Lo que vemos es que si esto pasó en menos de un mes es porque realmente hay una necesidad. Entiendo que esto es: “dame una mano». Eso de que necesitan una línea, un cómo sigo, cómo hago.
Lacalle Pou en el balcón del Palacio Estévez junto a su esposa, Lorena Ponce de León el 1° de marzo. Foto: Leonardo Mainé (Archivo)
-¿Va a estar en el prospecto de ley de presupuesto quinquenal?
-No.
-¿Cómo se va a financiar?
-Es un programa que se financia de capitales mixtos. Capitales de ayuda exterior, BID, la Unión Europea, ese tipo de lugares. Cámara de Industria. También vamos a ver que nos patrocinen. Las facultades que se sumen van a poner los profesionales de forma gratis para el programa como aporte a la sociedad. Lo que queremos es que haya un compromiso público privado.
Fuente: El País