Camila Ramírez: «Las personas con discapacidad no precisan que las representen, pueden hacerlo solas»
Camila Ramírez está convencida de que se tiene que adaptar a una sociedad que no la entiende. Así lo piensa desde los 7 u 8 años, cuando vio a su madre, la senadora Carol Aviaga, tomar un micrófono en un acto político y se preguntó qué estaría diciendo. No había nadie que pudiera interpretar con lenguaje de señas lo que Aviaga transmitía. Y ese lenguaje era el único Ramírez podía entender, producto de su sordera.
Cuando dejó la adolescencia, Ramírez quiso dedicarse a la política y desde hace varios años milita en el sector Aire Fresco de Todos, con Luis Lacalle Pou como líder. Su llegada al Palacio Legislativo fue junto a su intérprete, Alejandra Volpe,quien la acompaña desde hace más de una década.
Volpe es quien suele hacer el lenguaje de señas para Lacalle Pou en actos, congresos y presentaciones. También la mujer que aparece debajo de la pantalla a la derecha en un recuadro en las transmisiones de Diputados y el Senado.
Ramírez es diputada suplente y fue una de las responsables de que el lenguaje de señas llegara a las sesiones del Legisltaivo. En entrevista con El Observador, la dirigente de Aire Fresco contó las trabas que tuvo por tener una discapacidad y se mostró contraria a que las políticas para personas con discapacidades sean elaboradas por quienes no las tienen. A continuación un resumen de la entrevista.
¿Cómo ha sido su recorrido político en estos cuatro años?
Hace cuatro años que llegué el Parlamento y no ha sido fácil. Ha sido un recorrido de a poco. Estoy asesorando en el tema de discapacidad en el sector de Luis Lacalle Pou.
¿En la parte técnica?
Estamos enfocados en los aportes para el programa de gobierno. Yo no me imaginaba cómo iba a ser la situación en estos cuatro años y en el Parlamento no tenían idea de lo que era estar con una persona con discapacidad. Empecé a hacer talleres sobre sensibilización, a invitar a niños con discapacidad, niños sordos, para que visitaran el Parlamento y que conocieran.
¿Antes no habían tenido esa posibilidad?
Lo que pasa es que no tenían intérprete. Eso fue un gran paso. El intérprete es algo muy importante para las personas sordas.
¿Cuáles fueron sus primeros pasos en política?
Crecí en un ámbito político. Tenía 7, 8 años y ya estaba en un acto político. En un acto le pregunté a mi mamá dónde estaban las personas con discapacidad. No las veía en actos políticos.
¿Qué le respondía?
No tenía una respuesta. A mí me encantaba ir pero no entendía mucho porque no tenía intérprete, pero me daba mucha curiosidad, Yo veía que mi mamá tomaba el micrófono y pensaba: ‘¿qué estará diciendo?’.
¿Qué pasó después de eso?
Mi adolescencia fue muy difícil, fue la etapa en la que descubrí que era sorda. Yo no manejaba la lengua de señas porque me eduqué en el método oralista. Descubrí que era diferente. Luego me mudé de Minas (de donde soy) a Montevideo, terminé el liceo y empecé Facultad de Derecho. Ese fue el primer obstáculo que tuve.
¿Cómo hacía en facultad?
Había un contrato para intérpretes pero eran muy pocos. Hasta que un día un profesor me dijo que no podía seguir estudiando porque no tenía forma de comunicarme. Ese fue el primer obstáculo que sentí. Después me fui a Facultad de Humanidades y es un espacio mucho más flexible. Ahí estoy haciendo una Licenciatura en Educación.
¿Qué es lo que la define a trabajar en política?
Pensé en reunirme con Luis Lacalle Pou porque me gustaba como líder político. Le dije que quería trabajar dentro del sector en un espacio que fuera accesible para personas con discapacidad. A partir de ahí empecé a trabajar en el equipo de gobierno, desde el 2013, pensando en aportes para el programa 2015-2020. Tenía poca experiencia pero conocía muy bien los derechos de las personas con discapacidad. Empecé a participar además en todos los actos, plenarios y congresos del sector Todos.
¿A raíz de su militancia, se sumó más gente sorda a las actividades?
Sí. Hay sordos participando y muchas personas que se han acercado. Hay cierto temor pero también mucha curiosidad.
¿Temor a qué?
Porque muchas veces piensan que como es el Partido Nacional se van a quitar derechos. Hay tres sordos que ya me han preguntado si se van a sacar los planes sociales, la pensión por discapacidad, etc. Ya les dije que no, que eso no va a pasar.
¿Qué urge para las personas con discapacidad?
Reglamentar la ley de discapacidad es urgente. Hace poco se reglamentó la ley trans y es un orgullo. Es una ley recontra necesaria, Uruguay ha oprimido al colectivo trans. Pero las personas con discapacidad, si vamos a la historia de lo que ha sido la legislación, hace 29 años que estamos esperando que se reglamente la ley de discapacidad (se trata de una ley de 1989, modificada en 2010, pero que sigue sin reglamentación).
¿Por qué tanto tiempo?
Porque somos una minoría y muy caros. Las personas con discapacidad somos caras. El 16% de la población uruguaya tiene discapacidad, son más de 500 mil personas, pero la ley no se reglamenta y seguimos esperando. Lo que nos pasa a las personas sordas es que no logramos tener autonomía. Muchos no tienen acceso a un intérprete. No estoy de acuerdo con la mirada del ‘pobrecito’. Nosotros somos sujetos de Derecho y el Estado es responsable de las herramientas que necesitamos. Tenemos que dejar de ser sujetos de caridad.
¿Cuál es su objetivo político para las próximas elecciones?
Seguir rompiendo barreras, mostrando a la persona con discapacidad como un referente que puede estar en política, participar, que puede generar un cambio cultural. Muchas veces personas que no tienen discapacidad representan a las personas con discapacidad. Pero las personas con discapacidad no precisan que las representen, lo pueden hacer solos. Hay que darles un lugar. Las personas que no tienen discapacidad no pueden seguir hablando sobre nosotros, es momento de que sea el propio colectivo el que se represente.
¿Le gustaría tener un cargo en el gobierno?
Me gustaría pero ahora estoy enfocada en el programa de gobierno. Lo único que quiero es que sea un gobierno inclusivo y eso lo veo solo con Lacalle Pou. No es por defenderlo, es la realidad: es el único líder que ha respetado el lugar de una persona con discapacidad. Hay que hablar de las personas con discapacidad como protagonistas de las políticas sociales.