Delgado: “Soy partidario de hacer crecer la torta y repartirla. Este es un gobierno que tiene liderazgo, que tiene rumbo, claridad y transparencia”
Aunque reconoce que la pandemia de COVID-19 condicionó la agenda del gobierno, el hombre de confianza del presidente Lacalle Pou está conforme con lo hecho en los primeros 100 días de gestión. En materia de seguridad sostiene que la ciudadanía percibe que mejoró ostensiblemente. En cuanto al plan de ahorro prometido por los blancos en la campaña electoral, dijo que la austeridad sigue intacta. “Eso es inalterable, e independiente del virus”.
-A 100 días del inicio del mandato. Del uno al diez, ¿cuán conforme está con lo que va del gobierno?
-Uno está en un contexto de autoexigencia. En muchas cosas podíamos haber estado mejor, o podíamos haber encarado la cosa de esta forma, o de la otra. Pero creo que para un gobierno donde a los pocos días de asumir le vino un tsunami, como fue la pandemia mundial… Yo estoy muy conforme, como integrante del gobierno, pero más como ciudadano. Es un gobierno que tiene liderazgo, que tiene rumbo, claridad y trasparencia. Hay una decisión de transmitir lo que pasa a la gente. Las buenas y las malas noticias, nos tocó de las dos. Y estar cerca de los temas. No sé qué puntaje ponerle, porque en realidad la situación de hoy vinculada a la pandemia tiene que ver con las decisiones del gobierno, y sobre todo con la voluntad de la gente.
-Por eso, ¿en esta primera etapa, para buscarle una nota, usted cuál pondría?
-Yo creo que la respuesta es satisfactoria. No voy a poner nota, la nota la pone la gente, no el gobierno. Como actor de gobierno la evaluación es satisfactoria en muchos temas, y con gusto acepto que se puede hacer más en otras cosas y por eso ponemos el pie en el acelerador en todos los procesos que vienen. Estamos hace 100 días y a los 12 hubo que recalcular lo planificado. Hubo que priorizar. Lo que habíamos pensado de los 900 millones de dólares de ahorro, y de tratar de mejorar el tema de las cuentas fiscales, bajar las tarifas públicas, pero la salud pasó a estar por arriba de todo.
-¿Los 900 millones los recalcularon? ¿Tienen un nuevo número?
-No porque…
-No para hacerlo público, imagino que sí lo tienen en la cabeza.
-Sí pero… La austeridad sigue intacta. Eso es inalterable, e independiente del coronavirus. ¿Cuánto se pudo ahorrar de lo que teníamos planeado? Y bueno ya estamos tratando. Les pedimos a los organismos públicos un ahorro en la ejecución del gasto. Hay voluntad de ir a la austeridad, y al ahorro. Pero hubo que condicionar gran parte del ahorro para atender la emergencia.
-En la campaña se pararon fuerte con el tema de UPM y anunciaron que renegociarían todo lo que tuvieran para renegociar. ¿Se dan por cumplidos con estas negociaciones?
-Nosotros cumplimos con lo que dijimos en campaña electoral, y con el compromiso de Luis (Lacalle Pou). Que era: nos guste más o nos guste menos, algunas cosas vinculadas al contrato anterior, lo que está firmado por seguridad jurídica no se va a tocar. ¡Y mirá que esa fue una discusión!
-¿En algún momento valoraron la idea de: «esto no nos gusta vamos a pasarlo por arriba»?
-El Uruguay es muy chiquito. Parte del activo que lo agrada en el mundo es que tenés certezas. Y el gobierno lo que da, además de liderazgo, rumbo, de transparencia, son certezas. En UPM dijimos: lo que está firmado hay cosas que nosotros hubiésemos negociado diferente. Pero está firmado por el anterior gobierno. Cada uno asume su cuota parte de responsabilidad. El gobierno anterior por lo que firmó, pero el gobierno actual por lo que hizo en mejorar un nuevo memorándum de entendimiento con 305 millones de dólares nuevos que se incorporan al proceso de UPM. Pero, además asumiendo la responsabilidad de la firma del gobierno anterior. Porque entendemos que es institucional.
-El contrato no se tocó nada.
-No se tocó. Lo que estaba firmado, más allá de algunas cosas no compartirlas, hubo una decisión política firme de no tocarlo. El resto, lo que hicimos fue cambiarlo, e incorporar cosas nuevas. E implicó cosas que supuestamente tenía que pagar el Estado uruguayo, ahora lo va a pagar la empresa. Estamos hablando de 308 millones de dólares.
-Para cualquier empresa es plata.
-Para esta también, ¡eh!
-No deja de representar un 8% de la inversión total de UPM.
-Sí, sí. Pero para esta empresa implica… Nosotros cuando nos sentamos a negociar le dijimos que estábamos en una situación fiscal muy compleja. Ya tenían el contrato firmado y la empresa podría haberse parado ahí. Con lo cual las otras cosas no tenían por qué darlas.
-¿Ustedes creen que podrían haber negociado un mejor contrato que el del FA?
-Sin duda. Hubiésemos negociado un mejor contrato.
-¿Y por qué cree que el FA lo hizo mal? ¿Por falta de patriotismo? Es difícil pensar que alguien vaya a negociar mal para los intereses del país.
-No, no. Yo creo que había mucha premura por cerrar un proceso y dar una buena noticia que quizás conspiró con esos tiempos y tironeos. Se necesitaba una negociación.
-¿Le gustaría que a lo largo del mandato se pueda anunciar una nueva planta de celulosa? La cuarta.
-Me gusta ir con estos procesos como con el coronavirus: con pasos cortos, seguros, responsables, y evaluados. Espero que se pueda empezar a ensamblar la planta y todo lo que viene. Y después Uruguay va a ser receptor de una cantidad de inversiones.
-¿Uruguay está preparado para una cuarta planta?
-No lo sé.
-Cuando hablan con UPM, ¿qué dicen?
-No lo han planteado. Creo que hay que estar abierto, con las garantías ambientales correspondientes, productivas, el país está abierto. Estamos recibiendo en estos días una cantidad de interesados en invertir en Uruguay. El interés se reactivó por cómo Uruguay se comportó frente a la pandemia de coronavirus.
-Está latente la discusión entre apretar las clavijas al sector empresarial o facilitarle para que traiga inversiones. ¿Usted dónde se ubica?
-Yo soy partidario siempre de hacer crecer la torta e ir repartiéndola mientras la torta crece.
-Eso es lo que decían Tabaré Vázquez y el Frente Amplio.
-Y bueno, capaz que hay coincidencias. El problema es que el Frente se olvidó de la otra parte que es tratar de aprovechar el derrame e impactar donde tiene que impactar. Por eso terminamos con un 10,5% de desempleo y un 5% de déficit fiscal. Nosotros tenemos el desafío de que el derrame de la torta impacte donde tiene que impactar.
-¿Este gobierno está más cerca del agro que el saliente?
-Entiende mucho más al agro. Este es un gobierno que ha entendido mucho más al agro que el saliente. Es un gobierno que escucha, se reúne mucho y define. Pero, no hay un cogobierno.
-¿Entiende que en el anterior gobierno del FA sí hubo cogobierno?
-No, pero digo que muchas veces había condicionamientos; no lo sé. Cuando definimos el aporte de los funcionarios públicos se llamó a COFE antes. Se le informó. Es un gesto importante. Pero, no se cogobierna.
-¿En educación es el desafío más complejo que tienen?
-Es un año condicionado, no perdido. Allí es uno de los desafíos más grandes y hay que poner el acelerador mucho más fuerte.
-¿Cómo han manejado los equilibrios dentro de la coalición?
-Con mucho pragmatismo y sentido de la responsabilidad.
-Hay un actor casi debutante en política, hablo de Cabildo Abierto.
-Sí, también es verdad que la gente cuando votó dio un mandato y un mensaje: les presto el poder, habilito un cambio, esto es colectivo y tienen una responsabilidad histórica. Yo no creo que si al gobierno le va mal a algún socio de la coalición le vaya bien.
-¿Esperaba que la primera interpelación al gobierno fuera de uno de sus socios?
-No la esperaba. Tampoco la comparto, pero en definitiva contra lo que podíamos prever, como el gobierno no tiene nada que ocultar, la coalición sale fortalecida.
-¿Edgardo Novick sigue adentro de la coalición?
-El Partido de la Gente sigue adentro de la coalición
-¿Y Novick?
-Bueno, ha estado acá varias veces.
-¿Preocupa que los dos líderes del Partido Colorado no estén en contacto?
-Nuestra relación es institucional con el Partido Colorado. Obviamente hablamos con todos los miembros de la coalición y también con miembros del Frente Amplio.
-Ahí por lo que leí en anteriores entrevistas (Semanario Voces) dijo que la tiene más complicada.
-Son más llamadas de teléfono, nada más.
-¿Y quién es la “esponja de aluminio” y quién es el “vino chileno” en el Frente, como mencionó en la entrevista de “Voces”?
-(Risas) Eso quizás fue un ejemplo medio cómico o absurdo dicho con todo respeto porque tienen una oferta electoral disímil que poco tienen en contacto. Un efecto de generar y buscar todas las opciones; es inteligente. El problema es cuando al supermercado le falta el administrador.
-¿Con José Mujica tiene contacto? ¿Lo tienen como un referente?
-Con el expresidente Mujica, con Vázquez, con el presidente del FA. En el tema coronavirus hubo una oposición responsable.
-¿Escuchó elogios por sus salidas públicas en medio de la pandemia?
-Sí, a mí y al gobierno en realidad.
-¿Le llegó el análisis de actores del sistema político que lo colocan bien posicionado para una carrera electoral futura?
-A 100 días de haber iniciado el gobierno, con una pandemia de este nivel, sería una frivolidad estar hablando de una carrera electoral. En estos momentos mi posición es trabajar como uno de los que articula en el gobierno. Uno no hace ni lo que puede, ni lo que quiere: hace lo que debe.
Una mejora de seguridad es notoria
-¿En 100 días siente que mejoró la seguridad?
-Creo que notoriamente mejoró la seguridad. Hay una actitud que quiero valorar, más allá de los indicadores. Hay cosas que me preocupan, el tema de violencia de género, la cantidad de llamadas a la línea de ASSE vinculada a apoyo psicológico. La decisión del presidente de la República, que el primer acto de gobierno fue recibir a los 19 jefes de Policía, hasta la actitud del Ministerio del Interior, notoriamente, más allá de los resultados que se van a tener que evaluar luego.
-¿Cuando usted habla con la gente le dicen que está más segura que hace cuatro meses?
-Que siente que está más protegida. Que hay un gobierno que se preocupa más por la seguridad.
-Los indicadores no están mostrando una mejoría.
-Vos me hablaste de percepciones y yo te estoy hablando de percepciones. Por eso digo más allá de los indicadores. La gente dice que hay un gobierno que prioriza la seguridad y se preocupa más en proteger al ciudadano. Mucho más que el gobierno anterior. Eso es notorio. Claro, también es verdad que la seguridad era el principal tema, hoy pasa a ser la salud. Y es normal. Porque allí está en juego la vida.
Fuente: El País