Delgado: «La hipertrofia que han generado en el Estado en 15 años es enorme»
El próximo secretario de Presidencia cuenta cómo nació su vínculo con Lacalle Pou y cuáles son los desafíos que más le preocupan.
Por César Bianchi
Fotos: Juan Manuel López
Álvaro Delgado es veterinario, pero no llegó a esa carrera por ser un gran amante de los animales, sino por su pasión por el campo. Entre la playa y el campo, el campo sin dudar, aunque fuera una jornada calurosa de 35 grados. También le tiraba la abogacía, y hasta tuvo un par de crisis vocacionales, pero decidió profesionalizarse en gerencia agroindustrial. Militó por el Partido Nacional en Paysandú a la salida de su adolescencia al influjo de Wilson Ferreira y a contrapelo de su madre cívica y su padre colorado.
En 2009 fundó junto a Luis Lacalle Pou el sector Aire Fresco, ya cuando entre ambos había una sinergia perfecta. Trabajó en Industria, en asuntos laborales e integró la comisión investigadora de Ancap. Esto último, su rol en las denuncias sobre Ancap, estima, fue clave para que el Instituto Nacional de Colonización cambiara los criterios y le exigieran la devolución de un terreno («oh, casualidad», repite, como lo hizo Daniel Martínez cuando aludió a él). Quiere dejar atrás este tema, una chicana política infeliz e inoportuna -cree- de parte del ex candidato oficialista en el segundo debate televisado.
Delgado, todavía en su oficina como senador en el Parlamento, habló de la coalición multicolor y su socio más desconocido (Cabildo Abierto), el ahorro que deberá ser superior a los 900 millones de dólares prometidos, el diferendo con esta administración por el no aumento de tarifas públicas, y la mentada Ley de Urgencia. El dirigente nacionalista se apresta a jornadas largas en su rol articulador y como brazo derecho del próximo presidente de la República. Sus hijos adolescentes ya están advertidos. «Ojalá entiendan que después de todo este tiempo, por lo menos valió la pena», dice.
-¿Cuándo se dio cuenta que quería ser veterinario?
-Toda la vida tuve vocación por el campo, mi familia es de Paysandú, mi abuelo tuvo campo en Paysandú y otros parientes también lo tenían. Tíos, padrinos, mi abuelo después lo vendió. Siempre tuve una vocación muy vinculada al campo. Los primeros ahorros que hice, sumado a un préstamo que le pedí a mi padre, fue para ganado de capitalización o de pastoreo. En las vacaciones, entre la playa y el campo, yo elegía el campo. Pero en el liceo, empezó toda la apertura democrática en el 84, y me enrosqué en política en Paysandú, con algunos grupos de jóvenes, y la verdad, tuve la duda entre Veterinaria y Derecho. Ya había hecho quinto biológico, por lo que tenía que hacer sexto de medicina o agronomía para entrar a Facultad de Veterinaria, y ahí hice un test vocacional, y me daba las dos cosas. Trabajé como veterinario, hice certificaciones de campos y de frigoríficos.
-Tiene un posgrado en Gerencia Agroindustrial y fue asesor veterinario en varios establecimientos agropecuarios. Además, participó en la elaboración de proyectos de inversión agropecuaria. ¿En qué consistía su labor? ¿Qué herramientas le dio esa maestría?
-Me dio una visión más de gestión empresarial, una visión menos biológica y mucho más empresarial, comercio internacional, finanzas, comportamiento organizacional (todo vinculado a la agroindustria) con una cabeza de gestión y de negocios. Trabajé de veterinario, asesoré establecimientos y me dediqué también a certificar protocolos de producción, certifiqué frigoríficos, fui auditor ISO 9000.
-El movimiento Un Solo Uruguay ha sido muy crítico con el gobierno actual porque siente que no han atendido las problemáticas del sector agropecuario. Otros entienden que bastante se han enriquecido los grandes terratenientes y se criticó las movilizaciones en 4×4. ¿Cree que Uruguay está en deuda con los productores rurales?
-Yo creo que este gobierno no entendió al campo. No entendió la forma de producir, ni a los productores. En Uruguay si hablás de ese estereotipo de terratenientes o grandes productores, los contás y no son tantos, son las multinacionales. Si bien en el agro, a raíz de la venida de los argentinos, elevaron el valor patrimonial de la tierra, nadie vive comiendo la tierra ni vendiéndola. El negocio agropecuario es un negocio muy seguro y de baja rentabilidad. En algunos sectores es deficitaria, como en el sector arrocero y el lechero, por un tema de costos. Y creo que tiene que ver mucho con no entender algunas cosas. A veces no es solo tener las soluciones, sino tenerlas a tiempo. Eso le ha faltado al gobierno: entenderlo, tener diálogo, sacarse un poco los prejuicios con el tema del agro, que es uno de los sectores de la sociedad, que en realidad dinamizan la economía. Derrama en el PBI.
Este gobierno no entendió al campo. No entendió la forma de producir, ni a los productores. Le ha faltado al gobierno tener diálogo, sacarse un poco los prejuicios con el tema del agro, que es uno de los sectores de la sociedad, que dinamizan la economía
-¿Le hubiera gustado haber sido designado ministro de Ganadería y Agricultura? ¿Habría aceptado gustoso el desafío si Lacalle Pou lo hubiera elegido para el cargo?
-Cuando sos parte de todo un proceso político que ya tiene 10 años, desde el nacimiento de Aire Fresco, y lo viviste por dentro, vos sos menos dueño de tus decisiones. A mí me gustaría tal cosa, pero en definitiva vos estás donde te necesitan o sos más útil. Hay gente que prioriza ser importante a ser útil, bueno: para mí lo importante es ser útil. Es cierto que yo tenía dominio en el mundo productivo agropecuario, también el mundo del trabajo (fui director del Ministerio de Trabajo) y ahí tuvo mucho que ver la experiencia acumulada del mundo gremial, esos años me dieron versatilidad y cintura. Integré asuntos laborales, e integré Industria (NdeR: presidió la comisión de Industria en Diputados). Ya tenía el posgrado en temas de agroindustria, y visité durante ocho años una industria por semana, para entender los procesos productivos. Me tocó negociar el acuerdo multipartidario en energía de 2010. Me dediqué mucho al tema industrial y energético. Pero Luis priorizó otra cosa, que tenía que ver con una coordinación mayor, a nivel de cercanía y confianza que este cargo tiene.
-¿Cuándo se dio cuenta que le interesaba militar políticamente por el Partido Nacional?
-Yo no vengo de una familia de tradición política. Mi madre era de la Unión Cívica, mi padre colorado, batllista. A mí toda la efervescencia de la salida de la dictadura, yo estando en el liceo, con el tema de Wilson y su mística, me marcó mucho… Te hablo del Wilson del 83, del 84. Me tocó hablar por un acto de los jóvenes en el monumento a Saravia. Ahí me di cuenta que era blanco por convicción, no por tradición familiar.
-Acompañó a Luis Lacalle Pou en sus inicios, cuando fundaron juntos el sector Aire Fresco, entre 2008 y 2009. ¿Por qué abrir un nuevo sector y no sumarse a la histórica lista 71 del Herrerismo?
-La 404 empezó en setiembre de 2008, yo me integré en diciembre, por ahí, y ahí en marzo de 2009 lanzamos Aire Fresco, sacamos lista en cinco departamentos solamente. ¿Por qué no sumarnos a la 71? Porque queríamos ser la renovación. La 71 estaba muy asociada a (Luis Alberto) Lacalle Herrera.
-Por eso mismo: hubiese sido un atajo, el camino fácil para el hijo del ex presidente, que peleaba por volver a serlo en 2009 (y compitió en balotaje contra José Mujica).
-Pero no era la idea de Luis ni la idea nuestra. Él quería una renovación con identidad propia, y un desafío propio. Quizás hubiera sido un atajo sí, se tomó el camino más difícil pero era un camino propio.
-¿Cuándo lo conoció a Lacalle Pou?
-Teníamos algunos amigos comunes. Me acuerdo que cuando iba en gira por el 89, yo en Paysandú lo recibí, éramos jóvenes y aprovechamos a ir juntos a un boliche, aprovechando la gira, y el trato era más social. Lo traté mucho más cuando coincidimos siendo diputados los dos. Te hablo del 2005 al 2010, y ahí a fines de 2008, aquel me dice: «Bo, ¿vamos a armar una agrupación?». Ya había una afinidad personal y de ideas políticas. Había otra gente que ya venía trabajando con él como Nicolás Martinelli y Martín Lema, de unos meses antes. Él quería un candidato a diputado por Montevideo, yo me había ido de Correntada Wilsonista y estaba medio independiente. Y ahí me propone ese nuevo sector, siendo Lacalle Herrera el candidato, es decir, pudiendo él tener una serie de ventajas, prefirió armar un sector diferente.
-¿Qué cualidades le vio como dirigente político en 2008?
-Era una persona con mucho carisma, con mucho profesionalismo. Y cumple la palabra, es obsesivo de poder cumplir su palabra y honrar sus compromisos. Le vi mucho liderazgo, proyección, carisma, pero además, es buena gente. Para mí, los términos personales son muy importantes. Y generamos química enseguida, confianza.
Luis es una persona con mucho carisma, con mucho profesionalismo. Y cumple la palabra, es obsesivo de poder cumplir su palabra y honrar sus compromisos. Le vi mucho liderazgo, proyección, carisma, pero además, es buena gente
-¿En qué momento percibió que podía, efectivamente, llegar a ser presidente de la República?
-Cuando armamos Aire Fresco en 2009 aspirando llegar al Senado en una primea etapa, para una segunda, que era una candidatura presidencial. Lo que pasa es que se adelantaron los tiempos, y con Luis con 39 o 40 años tuvo que adelantar procesos. Ya en 2013, cuando Aire Fresco ofrece el nombre de Luis como precandidato dentro de lo que era Unidad Nacional en aquel momento. Se vota la candidatura de Luis y él resuelve hacer un sector por encima de Unidad Nacional que se llamara Todos, y que sumaba gente del Movimiento Nacional de Rocha, gente de izquierda como Graciela Bianchi y otros… En aquel momento, cuando decidimos impulsar el nombre de Luis ya éramos ocho diputados, dos intendentes, ya había un movimiento con volumen. En el horizonte ordenador, ya era originalmente 2019 la fecha clave. Pero para 2014 pensábamos en una lista al Senado muy renovadora y removedora.
-En el segundo debate televisivo entre Daniel Martínez y Lacalle Pou, Martínez hizo alusión a usted. Dijo: «Todos sabemos que hace poco, vía judicial, el gobierno logró recuperar un campo que tenía, a partir del año 1994, cuando era secretario del ministro de Transporte el senador Álvaro Delgado». Martínez dijo que usted no cumplía con ninguna condición para ser colono, y aseguró que usted accedió a un terreno por el cargo que ocupaba. «La Justicia le retiró el campo, que estaba pegado al de sus suegros, oh casualidad, en Paysandú, porque estaba incorrectamente dado», concluyó Martínez. «Está equivocado, infórmese bien», le contestó Lacalle. Y usted dijo que Martínez mintió y lo que dijo no es real y era una bajeza. ¿Cómo fue? ¿Qué dijo equivocadamente Martínez?
-Para mí es una etapa superada. Te lo cuento: cuando yo entré a facultad me inscribo como aspirante a colono. Tenía ganado y no tenía campo, tenía ganado, capitalización o pastoreo. Yo me recibo en el 95, así que era imposible que hubiera sido antes. Haciendo el posgrado trabajo mucho en Paysandú. En el 97 accedo a una transferencia -97 eh, no tiene nada que ver con el 94 como dijo él, está el acta además-, una transferencia de 339 hectáreas de (índice) Coneat 60 en Paysandú. Tenías que presentar un proyecto, ibas a una selección y finalmente podías acceder a una transferencia. Era un campo que estaba abandonado. Y accedí a eso, pagando la deuda del anterior dueño que tenía medida judicial. Obviamente no tenía ni alambrados perimetrales, ni agua, ni galpón, tenía una taperita, pero estaba abandonado.
Después salí electo diputado y me inspeccionaron mucho a partir que salí electo diputado. Y la verdad que los informes fueron todos favorables. Los tengo todos, eh. Todo favorable: nivel productivo, infraestructura… En el 2010 me ponen un 70% de renta diferencial, porque dicen que yo tenía otro ingreso vinculado a ser legislador. Me pusieron 70% más de renta con respecto al valor que tenía. Luego me pidieron un nuevo plan de explotación, que lo aprobaron y controlaron, y se cumplió. Vino un nuevo directorio y este directorio sacó una resolución (diciendo) que «aquellos que tengan cargos electivos y que sean arrendatarios», que obviamente le van a poner una renta diferencial al 70%, y además, todavía te elogian por haber sido elegido por la gente. Me hicieron dos inspecciones más, que fueron positivas, y vino la denuncia de Ancap.
-Se refiere a la investigación parlamentaria sobre Ancap.
-Claro. La (comisión) investigadora de Ancap me tuvo como protagonista. Y después, el pase a la Justicia. Ahí vinieron a hacerme una inspección y parecía que todo lo anterior no había existido. Además, mienten notoriamente… Deciden rescindir el contrato, y yo fui y les entregué el campo. Esa es la segunda mentira de Daniel Martínez. La primera fue que él dijo 94 y esto fue en el 97. Y la segunda es que la Justicia no me sacó el campo, lo entregué yo. Decidí yo entregárselo. Al otro día (de entregarlo), decido ir al Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Hoy está en la Justicia administrativa. Presenté una demanda por la rescisión del contrato. Pero lo entregué yo (al campo), y al otro día, con las manos libres, fui al TCA. Y la otra mentira es que se habló de un campo de mi suegro, y mi suegro es fallecido y jamás tuvo un campo en Paysandú.
La primer mentira de Martínez sobre el campo fue que dijo que fue en el 94 y fue en el 97. La segunda es que la Justicia no me sacó el campo, lo entregué yo. Al otro día fui al TCA, para que investigara. Yo conocía a otro Daniel Martínez
-¿Cree que Martínez estuvo mal asesorado, mal informado, o tuvo mala fe?
-Yo que sé… Yo no lo hubiera hecho. Yo conocía a otro Daniel Martínez. Este Daniel Martínez fue un poco de todo. Y además, hasta la Jutep (Junta Anticorrupción) lo investigó, dijo que estaba todo bien, lo archivó, no hubo nada irregular. Para mí fue una garantía eso. Cuando decidieron cambiar el criterio, unilateralmente, después de lo de Ancap…
-Insiste con la investigación de Ancap. Que tuvo algo que ver en el cambio de criterio la investigación legislativa de Ancap, ¿es una presunción suya o le consta?
-Oh, casualidad. Aplica lo mismo que dijo Martínez. Porque venían de otra forma, y yo lo puedo probar porque tengo todas las inspecciones y las actas. Y en un momento alguien lo mandó para que lo estudiara la Jutep, estudió todos los expedientes, y lo archivó porque no había nada irregular.
-¿Por dónde cree que pasarán sus principales desafíos como secretario de Presidencia?
-Primero, por darle apoyo al presidente. Segundo, tratar de que las cosas sucedan, o sea que no se lo coma la burocracia. Tercero, hay una coordinación del gabinete que hay que hacer, porque normalmente hay tensiones en un gobierno, y hay que resolver estas cosas, más allá de las responsabilidades institucionales como responsable del inciso 01 del Presupuesto Nacional de Presidencia de la República, que de hecho, es casi un ministerio.
-La gente no entendió por qué figuras del gobierno electo -sobre todo el propio presidente electo- se enojó, de algún modo, porque este gobierno actual no aumentará las tarifas públicas en enero. El uruguayo promedio decía: éstos prometen que ellos no van a aumentar tarifas, y ahora el gobierno vigente dice que no las aumentará al comenzar en enero, y reclaman que deberían aumentarle las tarifas a la gente. ¿Cómo se le explica este diferendo? ¿Por qué creen que hubo una picardía política de la administración actual?
-En realidad, cambiaron el criterio este año. Siempre en enero se ajusta por el IPC (Indice de Precios al Consumo), por lo menos por el IPC, en algunos casos puede ser un poquito menos, cuando estaban para bajarse, como el caso de la UTE. Nosotros reclamamos que había sí una baja de costos internos porque el costo del abastecimiento a la demanda había bajado muchísimo por 1.400 megavatios de energía eólica en el sistema, más barata y más limpia. UTE había tenido ganancias extraordinarias, con la cual, podía bajar las tarifas. Sin embargo, no las bajaron en enero pasado, sino que las subieron. Y en las demás, ajustaron por IPC. Las tarifas tienen una serie de componentes, unos son los que se ajustan -por ejemplo, la parte salarial de las tarifas que se ajustan por IPC-… Incluso, ajustaron varias por encima del IPC, pero siempre cubriéndose de la corrección salarial que hay todos los enero.
Este año hicieron la picardía de decidir el ajuste en la corrección de salarios, pero no de tarifas. Y digo picardía porque cambiaron -oh, causalidad- este año con respecto al anterior. En realidad, no hay una rebaja, hay una no suba, que no es lo mismo. Nosotros tenemos un compromiso que lo vamos a cumplir que es la rebaja estructural de las tarifas públicas, de combustible y energía eléctrica. Primero con un ahorro de 900 millones de dólares (ahora será un poco más) en temas no esenciales del Estado…
-Sin tocar salud, educación y seguridad.
-Exacto. Empezás a ver ahora, cuando ves el Estado, y hay cantidad de lugares que se pueden recortar. La hipertrofia que han generado en el Estado en estos 15 años es enorme. Solo con ese ahorro hay dos objetivos: uno es mejorar las cuentas fiscales.
Terminamos con un Estado muy mal explotado en temas fiscales, con casi 5% de déficit fiscal, hace 32 años que no existe (2.800 o 2.900 millones de dólares), un desempleo que desde hace 12 años no hay (185.000 uruguayos sin trabajo), con una inversión frenada, con una deuda creciendo. Parte del ahorro va a ir mejorando ese déficit fiscal, que es insostenible. Y lo otro es para generar la rebaja del combustible y la energía eléctrica, la factura eléctrica. Pero ahí pensando, entre otras cosas, con una rebaja que sea sostenible, no coyuntural. Una rebaja sostenible en la estructura del costo de la composición de la tarifa. Una es la parte salarial, después tenés una cantidad de costos. Te pongo un ejemplo: en el tema combustible tenés una cantidad de escalones de costos, entre otras cosas las pérdidas computadas de las (empresas) colaterales u otros negocios de Ancap, que están adentro del precio del combustible, o hasta las tasas inflamables de varios millones de dólares que Ancap le subsidia a la Intendencia de Montevideo y nadie sabe por qué y no se ha derogado.
-Con esta situación, ¿el gobierno electo aumentará las tarifas en marzo o abril?
-Te contesto la pregunta por el lado inverso: el objetivo principal es ahorrar más. ¿Cómo afrontás esto? Ahorrando un poco más de lo que tenías previsto.
El objetivo principal es ahorrar más. ¿Cómo afrontás esto (el no aumento de tarifas en enero)? Ahorrando un poco más de lo que teníamos previsto. Lo está estudiando el equipo económico
-¿Más que los 900 millones de dólares prometidos? ¿Dónde se recorta?
-Eso lo está estudiando ahora el equipo económico (electo).
-El lunes a las 11 Lacalle presentará a todo el gabinete. Usted ya conoce a todos los nombres, la mayoría ya han sido divulgados por la prensa. ¿Qué valoración hace del próximo gabinete?
-Lo que Luis quiso mostrar es una coalición de gobierno histórica, de cinco partidos, que fue planificada, construida, abonada, y regada por Luis desde la interna. Desde entonces viene hablando de las coincidencias de cinco partidos. Se cristaliza el día de la elección de octubre, donde con los resultados, ya todos los candidatos anuncian que van a votar a Luis (en el balotaje). Después, la institucionalidad de los cincos partidos que deciden invitar a votar la fórmula Luis (Lacalle Pou)-(Beatriz) Argimón. Y después se cristaliza días después con un documento, «Compromiso por el País», que es un compromiso de una coalición de gobierno que tiene una mayoría operativa en el Parlamento: hasta ese momento 56 diputados, 17 senadores, ahora 18 con Beatriz Argimón como vicepresidenta. Y que en definitiva, Luis quiso reflejar (en el gabinete) la mayoría operativa del Parlamento, con su correlato en el Poder Ejecutivo.
Hay una mezcla de varios componentes. Es confianza, idoneidad, y equilibrios vinculados al gobierno multicolor.
-Desde el Frente Amplio y diría, gran parte de la sociedad, hay ciertos temores hacia la participación de Cabildo Abierto en el futuro gobierno, sobre todo a raíz de algunas declaraciones polémicas de sus figuras o diputados y senadores electos. ¿Le preocupa la postura de Cabildo Abierto en la coalición?
-No. Nosotros tenemos una hoja de ruta, que es un compromiso firmado, «Compromiso por el País», que será la hoja de ruta del gobierno de coalición.
-A propósito, recientemente el diputado electo por Cabildo Abierto, Eduardo Lust, se ha manifestado decididamente en contra de UPM y está al frente de un referéndum para cambiar el trazado del tren que llegaría a la planta. ¿Cuál es la postura del gobierno respecto a UPM?
-Dentro de la transición, estamos dando espacio para hablar de dos cosas que son los juicios contra el Estado y los proyectos de inversión comprometidos; dentro de esos, estará el tema UPM. Todavía no hemos llegado a eso. Luis fue muy claro durante toda la campaña electoral: más allá de que nos guste o no nos guste cómo negoció el gobierno (con UPM), parte de la estabilidad como país de Uruguay -y pensando en captar inversiones, un país chiquito al sur del mundo- es (ofrecer) estabilidad política y jurídica. Y nosotros, todo lo que está firmado lo vamos a respetar. Y si hay margen para renegociar algo que no esté firmado y no nos guste, se renegociará.
-Pero lo que Lust -abogado constitucionalista- me dijo en la entrevista de 970 Noticias en radio Universal es que esa seguridad jurídica le permitirá a Uruguay respetar el resultado de un eventual referéndum que ponga arriba de la mesa derogar el actual trazado del tren y la locación de la planta al día de hoy.
-No quiero hacer futurología. A diferencia del gobierno actual que con algunas leyes con definiciones populares, con referéndums, después igual tomó otras decisiones, respetaremos los resultados de los referéndums. Pero vamos a no adelantar los procesos. Luis como presidente electo fue muy responsable con el país. Yo participé de la reunión (con los ejecutivos de UPM): sí les habló del agua, de empezar a insistir más con la mejora del agua en el Río Negro, quedamos en trabajar en conjunto para eso. Pero se le dijo que este país tiene seguridad jurídica.
-También hay inquietud por la Ley de Urgente Consideración, con más de 400 artículos. ¿Qué se puede adelantar al respecto?
-La ley trata de instalar en los primeros meses, que son de poca producción legislativa, y que no tendremos presupuesto propio, se procura legislar algunas normas para enderezar algunas cosas. Y queremos atender temas que para nosotros son urgentes: la emergencia en seguridad nacional, respaldo jurídico a la Policía con la legítima defensa, o la no obligación de la inclusión financiera. Lo que hasta ahora existe es un borrador preliminar que articuló el doctor Rodrigo Ferrés (próximo prosecretario de Presidencia), en función de compromisos que están en el programa de gobierno del Partido Nacional. Eso pasa por un tamiz ahora que es adaptarlo al compromiso de la coalición de gobierno, y negociar con los socios de la coalición. Y una vez que pase eso, nuestra idea es que tenga la mayor transparencia posible, darla a conocer y que la gente la conozca. Y después, discusión parlamentaria bien abierta, con los plazos que establece la Constitución, que son los mismos plazos que la Ley de Presupuesto (45 días en cada cámara), y ojalá termine con algunos artículos enriquecidos con propuestas del FA.
-¿Qué postura tendrá Uruguay en materia de relaciones internacionales? ¿Se priorizará el Mercosur o la búsqueda de acuerdos bilaterales, o la firma de tratados de libre comercio?
-Desideologizar y profesionalizar las relaciones internacionales. Uruguay paga casi 300 millones de dólares en aranceles producto de haber quedado encerrado muchas veces entre las paredes del Mercosur. Queremos flexibilizar el Mercosur, que hoy impide a los estados hacer acuerdos bilaterales. El Mercosur son tus vecinos, el marco normativo comercial al cual estás integrado, hay un acuerdo encaminado Mercosur-Unión Europea al que le falta la ratificación y otras cosas más. Pero queremos la mayor apertura comercial posible, sin un sesgo ideológico que te pueda condicionar las relaciones comerciales.
Hay que desideologizar y profesionalizar las relaciones internacionales. Uruguay paga casi 300 millones de dólares en aranceles producto de haber quedado encerrado muchas veces entre las paredes del Mercosur. Queremos flexibilizar el Mercosur
-¿Cree que la coalición multicolor, como la ha dado en llamar Lacalle, seguirá vigente hasta el final del mandato?
-No lo sé. A mí me gusta decir que hay una serie de objetivos planteados. El gran desafío es que la coalición cumpla con los objetivos planteados. ¿Cuánto lleve eso? No sé. A mí me interesa decirle a la gente «vamos a hacer esto» y se cumpla. Cuánto dure (la coalición), todos le dan partidas de defunción diferentes. Todo el mundo decía previo a las internas que no nos íbamos a poner de acuerdo (entre los blancos), y el día de las elecciones internas, Luis laudó la interna, eligió la candidata a vice y puso a todos los precandidatos arriba del escenario. Después dijeron que no iba a haber unión en el Partido Nacional, después que no nos íbamos a poner de acuerdo en la coalición, y formó una coalición de cinco partidos que es histórica. Por lo menos, merece crédito.
-¿Cómo cree que le cambiará la rutina, el día a día, su nueva función? ¿Le quitará horas de familia?
-Me va a quitar muchas horas de familia. Ya me está cambiando la rutina… Estoy en la máquina hace mucho tiempo, con la campaña electoral, venimos de hace mucho tiempo en este proceso. Cuesta entender las ausencias, les está costando a mis hijos. Es difícil de explicar. En el nuevo trabajo van a ser muchísimas horas por día, me imagino, o por lo menos es lo que me dicen los que estuvieron antes en esta función y los que están ahora: que es una vorágine de temas que nunca termina, que pensaste que terminaste el día, abrís la puerta y tenés 50 temas más esperando. Lamentablemente la familia lo siente.
Tengo tres hijos (Agustina de 20, Felipe de 18 y Pilar de 16). Pilar, la más chica, me sigue pasado factura por tal cumpleaños que me tuve que ir antes, o que paramos en un Mc Donalds y me fui enseguida… Me pasó el domingo 3 de noviembre, el domingo pos-balotaje, que era el cumple de Pilar, y a la hora de cortar la torta (estaba toda la familia reunida), yo me estaba poniendo un traje para ir a un programa de televisión (Séptimo Día, en Teledoce). Y al domingo siguiente me comprometí con mi hijo a hacer algo juntos, y me tuve que ir a otro programa (Polémica en el Bar, en el 10). Y mi mujer me dice: «¿Ves? Esto pasa por hablar de más». Me pasa que me comprometo a cosas con ellos, y después siempre surge algo. Ojalá pueda ponderar lo importante, y que otras cosas, si tienen que esperar que esperen. Ojalá mis hijos entiendan que después de todo este tiempo, por lo menos valió la pena.
-¿Es feliz?
-(Piensa) Soy… soy feliz. A veces la ansiedad no me deja disfrutar como debiera disfrutar algunas cosas. Soy un tipo demasiado hiperactivo, muy ansioso, quizás ese sea un defecto a corregir.