Lacalle Pou pide cautela y no dar el partido por ganado

Si algo aprendieron los blancos es que los goles no se pueden gritar antes de que el juez señale la mitad de la cancha. Luego del revolcón que se dieron en octubre de 2014, que se confirmó en la segunda vuelta de noviembre, el comando de campaña de Luis Lacalle Pou analizó que hubo una postura un tanto triunfalista que propició el porrazo. Hacia octubre, el candidato blanco evitó toda señal que repitiera aquel error de 2014. Con los números del domingo 27 a la vista, la fórmula será exactamente la misma. 
Cuando en la sede de la calle bulevar Artigas se pasó de la tensión y el nerviosismo a un festejo casi catártico, Lacalle Pou pidió cautela. El líder blanco juntó a su equipo político y técnico más cercano y les transmitió que a partir del 28 empezaba una campaña nueva hacia una elección que no estaba para nada ganada. Por eso, los días posteriores a la elección, entre reuniones y definiciones de estrategia de campaña, el principal  pedido fue de calma.

El comando de campaña, de hecho, le solicitó a los dirigentes que en sus apariciones públicas no transmitieran mensajes triunfalistas ni que dieran a entender que la elección ya está ganada. Intentar contener a la militancia es tarea más difícil pero el objetivo es que se  muevan por todo el país como si vinieran corriendo de atrás. Para el equipo de la fórmula blanca, para llegar primeros deben pensar que vienen últimos. 
“Somos muy optimistas. Pero claramente esta es una elección nueva. Esto se empieza de vuelta, es entre la fórmula del oficialismo y la fórmula que llega hasta aquí por el Partido Nacional pero que ya no es exclusivo del Partido Nacional, es una fórmula que tiene un acuerdo multicolor. Somos optimistas pero estamos lejos de decir que está todo el pescado vendido. Esto es una elección distinta y la vamos a competir en la cancha en los próximos 24 días”, dijo el candidato nacionalista sentado entre Guido Manini Ríos y Beatriz Argimón el jueves, luego de una reunión con líderes de Cabildo Abierto.

Leonardo Carreño

Este martes, la fórmula nacionalista comenzará a jugar el partido en la cancha con el principio de la gira por todo el país, la séptima que Lacalle Pou realizará este año desde que se lanzó nuevamente como precandidato. Mientras tanto, se seguirá tejiendo la alianza hacia ese gobierno “multicolor” que proyecta desde hace tiempo. La fecha límite para que los cinco candidatos de la oposición que compitieron el 27 de octubre le pongan su firma al documento “compromiso con el  país” es este martes. 
Por su parte, varios dirigentes blancos comenzaron a juntarse con los de otros partidos para delinear algunos encuentros conjuntos. El diputado Martín Lema se reunió con el colorado Conrado Rodríguez y la semana próxima realizarán una actividad juntos. En Canelones, el dirigente Amin Niffouri mantuvo contacto con el colorado Adrián Peña y algunos dirigentes de Cabildo Abierto pero todavía no terminaron de definir si harán algo juntos. Lo que sí está claro es que en cada actividad se deben recordar las palabras de su líder: “no está todo el pescado vendido”.

Pese a que el corazón le lata más rápido conforme pasan los días, la calma que pide Lacalle Pou y que trata de conservar se vincula también a lo que cree que puede venir. El candidato lo define como “peso de la responsabilidad” que siente que tiene cuanto más cerca está del 24 de noviembre y de la posibilidad de ser el próximo presidente.