Bauzá salió a la cancha con la bandera del deporte como motor de la inclusión
En la casa de una familia del barrio Boix y Merino, en la zona de Malvín Norte, un grupo de vecinos se sentó en ronda este sábado para discutir qué podían hacer con una plaza en la que abunda el verde césped pero a la que le faltan gritos de gol. Desde hace ya un buen tiempo la plaza quedó abandonada y el Municipio E comenzó a hacer el mantenimiento del pasto. Pero los vecinos temen utilizarla porque, según dicen, “después de las cuatro de la tarde en el barrio no circula nadie por miedo a los robos”.
Los vecinos relataron una historia de décadas en la vecindad. Y quien escuchaba con atención era el expresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol Sebastián Bauzá, que este sábado hizo una recorrida por el Municipio E con una idea en la cabeza: que el deporte devuelva vida a los barrios. Bauzá comenzó a trabajar en los equipos técnicos del candidato blanco Luis Lacalle Pou y si bien su futuro es incierto, en caso que el partido acceda al gobierno, su inclinación a trabajar en la inclusión a través del deporte parece ser una de sus obsesiones.
Bauzá hizo la recorrida acompañado, entre otros, del alcalde de ese municipio, Agustín Lescano, y de Nicolás Martinelli, quien se encargó de coordinar los equipos técnicos de Lacalle Pou junto a Pablo Da Silveira y supo ser concejal de esa misma zona. “Siempre la idea de competir lleva a algo más. Esto hay que aprovecharlo para otras cosas. Estos espacios libres hay que aprovecharlos”, dijo a los vecinos, que asentían con la cabeza.
Lescano, en tanto, les mostró un plano con un proyecto para recuperar ese espacio, que incluía arcos de fútbol remodelados, árboles y bancos. No era la primera vez que el alcalde se reunía con esos vecinos, pero esta vez quisieron que de la reunión también participara Bauzá para que conociera de cerca las limitaciones de un barrio montevideano para poder correr atrás de una pelota.
El mayor problema que plantearon los vecinos fue el vínculo con quienes viven en un asentamiento aledaño a la plaza. Para el exjerarca de la AUF, la mejor forma de mejorar la convivencia es organizando actividades deportivas que los hagan sentir parte del barrio. “Hay que apropiarse positivamente del lugar”, insistió en esa primera parada de la recorrida, de la que participó El Observador.
La idea de buscar la inclusión a través del deporte no es exclusiva de Bauzá ni del Partido Nacional. Pero la medida forma parte de un capítulo del programa del Partido Nacional que tiene como foco la educación física. Para los nacionalistas, el punto de partida es hacerla obligatoria desde el nivel preescolar hasta el último año de bachillerato, es decir, volverla una materia curricular.
El programa indica que se “impulsará la adopción de una concepción amplia de la educación física como materia curricular, que incluya la formación en estilos de vida saludables, hábitos de alimentación, higiene corporal y muscular y prevención de enfermedades”.
También sostiene que se “buscará complementar la actividad curricular con charlas informativas y otras actividades dirigidas al núcleo familiar”. Ese punto del programa fue tenido en cuenta por Bauzá en su segunda parada de la recorrida de este sábado, en la que visitó el club de babyfutbol Montevideo-Belgrano. “Estaría bueno que organizaran charlas sobre adicciones, por ejemplo”, les recomendó a un grupo de padres que le mostraron las instalaciones de la cancha y los vestuarios, a los que pudieron acceder gracias a un concurso que participaron de la Intendencia de Montevideo.
Bauzá también les propuso que, a través de convenios con instituciones, pudieran gestionar clases de educación física para que los padres hagan ejercicio mientras sus hijos practican fútbol. Ese punto también está previsto dentro del programa del Partido Nacional.
El documento propone la creación de la Organización Nacional del Deporte Infantil (ONDI), que implica transformar a la ya instalada Organización del Fútbol Infantil (ONFI) en un organismo que abarque otros deportes además del más popular de Uruguay. Dentro de esa organización, los blancos pretenden instrumentar un programa al que quieren denominar “Integrando la familia al deporte”. El objetivo de ese programa es “partir de las actividades físicas y deportivas realizadas por niños y jóvenes como primer paso para la expansión de la práctica deportiva que incluya a los adultos y adultos mayores”, con convenios con el Ministerio de Desarrollo Social, el de Salud Pública y los gobiernos departamentales.
“Hay que animarse. No hay excusas”, les dijo Bauzá a los vecinos que quieren recuperar la plaza de Boix y Merino al proponerles que en el mismo lugar donde quieren que sus hijos vuelvan a jugar al fútbol y al básquetbol se den clases de educación física para adultos.
“Acá cerca está el instituto de Educación Física y capaz podemos pedir un convenio”, se le ocurrió a una de las vecinas que participaba de la reunión y a Bauzá no solo le pareció una buena idea sino que les recomendó que armen una asociación civil para poder buscar otros convenios. Minutos después, en el club Belgrano, sugirió a una de las madres de los niños que juegan que se contacte con esos vecinos para que juntos armen un proyecto de inclusión a través del deporte.
La idea de que el deporte genera inclusión también es compartida y defendida por Pablo Bartol, referente de Lacalle Pou en políticas sociales y su ministro de Desarrollo Social si llega al gobierno. “No necesitamos más policías, necesitamos más profesores de educación física en plazas. Hay que generar dinamizadores”, dijo en noviembre del año pasado en una charla organizada por jóvenes de la 404.
En el programa también está incluido el diseño de políticas de deportes con el trabajo conjunto del Mides, la Administración Nacional de Educación Pública, el Ministerio de Salud Pública, el de Educación y Cultura y los programas sociales de los gobiernos departamentales.
Bauzá se mueve en esa misma línea y siente que parte de su aporte como técnico del Partido Nacional es lograr universalizar la educación física, más allá del fútbol y más allá de la que ya practican los niños en las escuelas. Para el expresidente de la AUF, el deporte es “aprender a ganar pero también a perder, a competir, a compartir” y es “transmitir valores”. Así se lo manifestó a los padres que llevan a sus hijos a jugar al babyfútbol en el club Belgrano y a los vecinos que quieren recuperar una plaza. “Ojalá que dentro de poco no puedan dormir la siesta por el ruido de los niños jugando”, bromeó antes de despedirse.
Fuente: El Observador