Diputado Lema logró cambio de postura sobre IMAE de Salto
Hace solo dos meses los números no cerraban. El Ministerio de Salud Pública (MSP) hizo las cuentas y concluyó que instalar un Instituto de Medicina Altamente Especializada (IMAE) en el departamento de Salto era deficitario. Y así se lo hicieron saber en el Parlamento al diputado blanco Martín Lema cuando el martes 21 de febrero interpeló al ministro de Salud, Jorge Basso.
Uno de los ejes de la interpelación era determinar la razón por la cual las autoridades sanitarias se negaban a habilitar un IMAE cardiológico en el interior de Uruguay. Hay siete institutos de este tipo en el país —seis privados y uno público— y están todos en Montevideo. La mutualista Sanatorio Americano, uno de los centros especializados, planteó hace por lo menos 10 años la posibilidad de tener un anexo en Salto. En 2012 el entonces ministro de Salud, Jorge Venegas, anunció oficialmente su habilitación. Sin embargo, luego hubo oposición desde la misma cartera.
Cuando Lema preguntó sobre los motivos en el Parlamento, la respuesta fue con números. Basso le cedió la palabra al equipó técnico del Fondo Nacional de Recursos (FNR) para que lo explicara. La coencargada de la dirección técnica del Fondo Nacional de Recursos (FNR), Rosana Gambogi, planteó tres escenarios posibles con la hipótesis de un IMAE funcionando en Salto. Se analizaron distintas variables como los costos de las operaciones y el número de intervenciones estimadas. En los tres casos el resultado era el mismo: un déficit millonario.
Martín Lema
En un primer escenario, en el que se consideraba que todos los pacientes que hoy van al Sanatorio Americano pasaran a ser asistidos en el centro de Salto y se hicieran unos 185 actos al año entre angioplastias y hemodinamias, el IMAE tendría un déficit anual de $ 28.000.000. En la segunda hipótesis, que estimaba unas 340 operaciones incluyendo a todos los pacientes de Salto que hoy concurren a otros centros de Montevideo y a los de la región —Artigas, Paysandú, Río Negro— que se atienden en el Americano, el déficit sería de $ 22.000.000. Un último escenario, en el que se asumía que todos los pacientes de la región norte, vayan donde vayan actualmente, se atendieran en Salto, el déficit sería de $ 13.000.000. En los escenarios planteados los montos que destinaría el FNR al centro de Salto van desde los $ 14.000.000 hasta los $ 50.000.000 por año aproximadamente. En ningún caso, se insistió, alcanzaría para cubrir los costos. También se dijo que los centros que hoy funcionan en Montevideo “perderían pacientes” y entrarían en una zona de “riesgo financiero”.
Para que un centro de procedimientos coronarios invasivos alcance un punto de equilibrio entre lo que gasta y lo que recibe del FNR tendría que realizar anualmente 844 actos, explicó Gambogi. El proyecto del IMAE en Salto prevé hacer unos 200 procedimientos por año. Al MSP no le cerraban los números. Pero las cosas cambiaron. Algo pasó en el medio.
El Frente y el costo político.
Pese a que durante la interpelación las autoridades de la salud advirtieron sobre el riesgo financiero de instalar otro IMAE y presentaron la propuesta alternativa de crear centros de referencia regionales para atender la demanda asistencial en el interior, el tema de Salto siguió sobre la mesa. Lema propuso que la Comisión de Salud de Diputados se trasladara hasta el departamento para visitar el centro cardiológico que no conseguía la habilitación. A Lema lo acompañó únicamente el vicepresidente de la Comisión, el diputado frenteamplista Luis Gallo. La recorrida se hizo el jueves 30 de marzo.
Ese mismo día, una delegación de la Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi) le presentó a Basso un documento que sostenía que el IMAE era viable. Tras la recorrida por el centro cardiológico, los diputados comprobaron in situ que la habilitación era causa popular en el departamento. El diario local “Cambio” publicó en su portada una foto con los legisladores sonrientes en la sala de angiografía bajo el título “Comisión de Diputados apoya el IMAE en Salto”.
“Médicos, comunicadores y diputados unidos por el mismo objetivo, que el litoral oeste pueda contar con un IMAE cardiológico”, decía la leyenda de la foto e informaba sobre una recolección de firmas que luego llegaría a más de 30.000 adhesiones.
El oficialista Gallo empezaba a sentir la presión. En la interpelación de febrero, Gallo había pedido la palabra para decir que no se podía abrir un IMAE “así porque sí”. Y argumentó: “Si hoy el ministro diera la autorización para que se instalara un IMAE en Salto, por ejemplo, no se podría concretar porque no se dispone de la cantidad de recursos humanos ni la experticia necesaria”.
El miércoles 5, el diputado blanco Gustavo Penadés avisó en coordinación en el Parlamento que el martes 18 Lema haría un planteo político para que la Cámara de Diputados tomara postura y solicitara al MSP la inmediata habilitación del IMAE. El tema volvía a instalarse.
El viernes 7 la bancada del Frente Amplio se reunió con el ministro Basso para evaluar los pasos a seguir. Allí se concluyó que de alguna manera estaban “embretados” ante el planteo de los blancos. Era un escenario de “perder-perder”. O porque una postura favorable de los diputados oficialistas complicaba al ministro o porque se terminaba votando “en contra del reclamo de la gente”, opinó una fuente política. En el gobierno tampoco querían que este tema, ya instalado como causa común en la población de Salto y la región, le siguiera dando réditos políticos a la oposición.
Al finalizar la reunión ya estaba la convicción de que se pondría la marcha atrás. El diputado Gallo fue el que anunció que el MSP habilitaría finalmente el centro cardiológico en Salto. La diputada frenteamplista Manuela Mutti, representante de Salto, también fue de las primeras voces oficialistas en dar la noticia. Estaba entusiasmada. “Te convido a creerme cuando digo futuro, es una canción de Silvio Rodríguez y es precisa para este momento de felicidad que me inunda por poderles dar esta noticia a los salteños, constructores y merecedores de esta nueva realidad”, escribió en su muro de Facebook.
El lunes 16 el ministro Basso lo anunció oficialmente tras el Consejo de Ministros. Un día después, media hora antes de la hora prevista para que Lema planteara el tema como asunto político, se firmó la resolución que habilitaba al IMAE. Entonces el diputado blanco retiró su moción. Basso dijo que hay un “compromiso escrito de que no van a solicitarse más fondos públicos ni un aumento de aranceles para esta extensión del IMAE”.
Reunión por Tacuarembó.
La tranquilidad gubernamental tras el anuncio duró poco. Una vez cerrada la discusión por Salto se abrió otra por Tacuarembó. Y quizás hasta con reclamos más encendidos y distintas movidas populares. Actores de la salud y la política empezaron a presionar para que ahora se habilite otro IMAE cardiológico pero público, en el Hospital de Tacuarembó.
El presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Julio Trostchansky, ha sido uno de los más entusiastas defensores. En la red social Twitter se despachó a gusto. “Inaudito se haya cedido a presiones de corporación empresarial del interior y se habilite nuevo IMAE privado. ¿Qué pasa con el Hospital de Tacuarembó?”, escribió. “Que quede claro, contentos por la población de Salto, descontentos por la forma de decisión y la postergación del sector público”, agregó. El director del Hospital Maciel, Álvaro Villar, también se expresó por Twitter. “El IMAE Cardiológico de Tacuarembó va a salir. Por decisión técnica ahora o por presión popular y política en septiembre”, aventuró. El próximo viernes 21 habrá una reunión por este tema entre el ministro Basso y el director del Hospital de Tacuarembó, Ciro Ferreira.
El cardiólogo Sergio Meirelles, médico del hospital, explicó a Búsqueda que la necesidad de instalar un centro en el departamento se explica por “un tema de frecuencia de la enfermedad cardiovascular. En la región que abarca el hospital se estima que hay unos 350 y 400 infartos por año. En una enfermedad que es tiempo dependiente se acortarían los tiempos de asistencia”. La idea es que el IMAE sea una extensión del que ya funciona en el Hospital de Clínicas.
Fuente: Busqueda